Alfonso Jiménez es un emprendedor “de cuna”. Con apenas 20 años montó su primera empresa, Cascajares, que hoy en día factura 15 millones de euros y da empleo directo a casi 100 personas en las dos sedes que tiene, una en España y otra en Canadá. A punto de celebrar tres décadas su empresa se vio azotada por el fuego que la madrugada del 26 de enero destruyó por completo su fábrica de Dueñas. Demostrando una increíble resiliencia, ya está levantándose la nueva Cascajares que estará funcionando en pocos meses, más fuerte que nunca.